
MENELAND
La Tierra Menesiana
AQUÍ TE PRESENTAMOS ALGUNAS PRUEBAS QUE UNA VEZ SUPERADAS TE PERMITIRAN TENER LOS PODERES PARA INICIAR EL VIAJE HACIA MENELAND



Para viajar a MENELAND necesitarás coraje, inspiración, trabajo, y sueños por los que luchar
Para viajar a MENELAND necesitarás tiempo, paciencia y guía
Para viajar a MENELAND necesitarás trabajo, voluntad y esfuerzo
Iniciativas de JMª en la educación
.- Para él la educación era la ruta para circular por la vida.
.- Empezó alojando a los jóvenes que formaba en su casa-residencia.
.- Hacía colectas para recaudar fondos para el colegio-seminario
.- Empleó sus bienes personales para atender a los jóvenes
. - Alojaba a los alumnos de las zonas rurales en las familias de Saint-Malo. Los padres
contribuían en especie, con productos propios del medio rural.
.- Pedía a los párrocos conocidos que acogieran a los alumnos.
.- Organizó internados para los niños que vivían más lejos
.- Creó las “permanencias” en la escuela de las 07-18h para niños que vivían lejos
.- Fundó escuelas de oficios con orientación profesional
. - Daba una “sopa”, plato único, a los alumnos que no podían ir a sus casas a comer.
. - Creó las Escuelas Normales de formación de maestros.
. - Organizó cursos para Adultos
.- Comprometió toda su vida abriendo escuelas, ya sea con un solo Hermano, dos o más si se puede. Los HH de La Salle cuando fundaban una escuela iban con un mínimo de 3 Hermanos, pero JMª veía que los niños quedaban al margen de esa posibilidad y los padres tampoco lo podían costear debido a su pobreza en la zona rural.
.- Alerta del gran desafío que se avecina, la educación, y pone en guardia a los sacerdotes de la diócesis de Saint-Brieuc.
.- La tradición oral de quien estaba con JMª nos ha dejado esta frase que vale un frontispicio : “mis escuelas han sido fundadas para dar a conocer a Jesucristo”.
.- La escuela menesiana que quiere el Fundador es la que integre la instrucción, la educación y el anuncio de Jesús.
A los que proponen la escuela mutua, un modelo de escuela pública de entonces, les responde:
“nos decís que en los reglamentos de vuestras escuelas está escrito que se recitan las oraciones mañana y tarde, que se enseña el catecismo, se aprende el Evangelio y que los niños irán todos los domingos a misa. Que esté escrito no lo niego, pero que no haya más que hacer para que una escuela sea verdaderamente cristiana, lo niego”.
Juan María utilizaba un lenguaje que parece escrito para la escuela cristiana actual :
“en nuestras escuelas se forma al hombre integralmente, su corazón tanto como su espíritu”.