MENELAND
La Tierra Menesiana
cUALIDADES DEL HÉROE
Todos los héroes tienen superpoderes, el entusiasmo, la constancia, el trabajo y la voluntad eran magias que adornaban a nuestro protagonista.
Ninguna gran obra se consigue sin trabajo y con constancia, emocionandose por conseguir las metas que nos proponemos.
Juan Mª era un hombre valiente, estudioso y constante.
Nada es fácil, los grandes logros requieren de un gran esfuerzo. pero aunque las cosas no sean fáciles, el entusiasmo y la fe ayudan a trabajar cada día por conseguir lo que soñamos.
Como nuestros héroes actuales Juan Mª tuvo que vivir una época díficil y convulsa que en ocasiones dificultaba la consecución de sus metas.
¿Cuales crees que fueron los principales problemas a los que tuvo que enfrentarse?
KRIPTONITA
1.- Espíritu vivo y sagaz
Su universo estaba habitado por niños y jóvenes por los que sentía pasión y compasión. Espíritu lúcido, siempre abierto a descubrir en el horizonte la sorpresa de Dios y las llamadas de los jóvenes. Su sagacidad era un don natural que completaba con el estudio y su gran afición lectora de todo lo que caía en sus manos.
2.- Audaz y decidido
En su ciudad natal la audacia de los marinos venía de serie. En algunos se mutaba en el espíritu corsario de los navegantes amantes del mar, y llegado el caso, de tomar al asalto otras naves. Juan María heredó la audacia de sus compatriotas y la decisión de enfrentarse a las dificultades, pero sus armas eran únicamente el Evangelio y la fe en Dios y en el hombre.
3.- Compasión por los niños y jóvenes
La gran mayoría de los niños y jóvenes de su época sufrían las consecuencias de la Revolución y de la pobreza. Eran verdaderos “restos de un naufragio”, abandonados a su suerte en la sociedad. Entre los adultos y las familias, unos sentían impotencia, otros se lamentaban, y la mayoría no veía salida. ¿ Qué vio Juan María? Él sintió lástima y compasión activa porque le dolía ver a tantos niños abandonados a su suerte como “ovejas sin pastor”.
4.- Actúa, no sólo ve el problema
Al ver a tantos niños y adolescentes dejados a su suerte en las calles, sintió que debía actuar, pues no bastaba con lamentarlo, alguien debía pasar de verlo a remediarlo. Un tránsito difícil. Lamentarse es estéril. Echar la culpa a los demás también. ¿ Qué hacer? Sintió que debía dar un paso al frente. ¿Por dónde empezar? No lo dudó, la solución es la educación.
5.- Emprendedor y Renovador
En aquellos momentos revolucionarios algunos dedicaban todos sus esfuerzos a separar la religión y la educación. Pero Juan María, a sus escasos veinte años, estaba convencido de que ambas deben ir juntas. Su experiencia de educador le lleva a convicciones que renovarán profundamente la educación. Concibe la escuela como un templo, un hospital y con educadores cristianos.
6.- Apasionado por la fe y la defensa de la Iglesia.
La Iglesia había sido el primer dique en sufrir las embestidas de la Revolución. Juan María pone todas sus fuerzas en reavivar la fe de los creyentes, de las familias. Lo hace con la palabra, con la celebración de los sacramentos e iniciativas como las “Misiones” parroquiales.